Bullpen #65. Misión cumplida.
¿Y ahora ?
🚀 Para empezar
Cuando entro en Substack y veo todas las publicaciones, me cuesta creerlo.
Las miro una a una y pienso: ¿en qué momento he sacado todo esto?
No tanto por el resultado, sino por el proceso. Porque, siendo sincero, no recuerdo haber tenido tanto tiempo libre.
Hace justo un año me puse un reto tan sencillo como absurdo: sacar 50 boletines en un año.
Tiempo, en teoría, había. Ganas, también.
Los primeros salieron como churros. Luego… joder, lo que ha costado.
Ponerte a escribir sin ganas, mirando el cursor parpadear mientras piensas que sería mejor hacer cualquier otra cosa —o directamente nada—. Y aun así sentarte. Ese gesto, repetirlo semana tras semana, ha terminado ayudándome más de lo que pensaba, no solo aquí, sino en el resto de mi vida.
Publicar un boletín era una alegría.
Escribirlo, muchas semanas, ha sido un auténtico coñazo.
Pero los he hecho. Unos mejores, otros peores. Todos salieron.
El primero vio la luz el 1 de enero. 219 suscriptores y muchas ganas.
Enero, febrero, marzo… escribir no costaba. Luego llegó Semana Santa y paré. En otro momento habría seguido por inercia, pero ese parón ayudó. Volví, apreté, y para junio ya estaba exhausto.
Otro parón. Y, aunque suene contradictorio, fue lo que me permitió llegar hasta aquí.
Desconectar. Pensar. Dejar que las ideas se ordenen solas. Volver en septiembre para encarar el final.
Por el camino quise hacer un podcast. La idea me gustaba, pero no daba el tiempo. Llegar al final ya era bastante cansado. Aun así, llegué. Y curiosamente hablando de otras cosas.
Bullpen empezó como un boletín de cómics. Luego fue derivando hacia noticias que me interesaban. Y ha terminado siendo algo más profundo. Algo que, sobre todo, me apetece escribir.
Y supongo que de eso iba todo esto.
No de sacar cincuenta boletines, ni de cumplir un número, ni siquiera de crecer más o menos rápido. Iba de sentarme cuando no apetecía, de volver cuando tocaba parar, de escribir sin tener muy claro a dónde llevaba.
Bullpen ha cambiado porque yo lo iba haciendo. Y seguramente seguirá cambiando.
Mientras siga siendo un lugar al que me apetezca volver a escribir, tendrá sentido.
Lo demás —las cifras, el ritmo, el alcance— ya veremos.
Cifras 🧮
Esta nueva etapa empezó con 219 suscriptores. Poco a poco fue creciendo hasta los 360 —los 320 llegaron casi de golpe, seguramente por alguna recomendación—. A partir de ahí, el número se ha movido de forma bastante estable entre los 350 y los 360, sin grandes empujes ni caídas. Una meseta clara.
También es justo decir que yo tampoco he hecho mucho por la promoción. No ha habido grandes empujes ni estrategias, ni campañas, ni insistencia. En el fondo, me gustaba la idea de que Bullpen fuese una comunidad pequeña, donde unos pocos leyeran y algunos comentaran. Menos ruido, más conversación.
Quizá por eso también llama la atención otra cosa. Recuerdo cuando empecé la cuenta de Instagram de PuntuaComics. Reseñaba obras que algunos autores me pedían para promocionarlas. Me parecía lógico ayudar. Era una relación sencilla: tú apoyas, yo apoyo.
Sin embargo, cuando miro atrás y veo quién ha ayudado a difundir este boletín, no encuentro a esas mismas personas. Algunos estuvieron. Muchos desaparecieron. Como si este esfuerzo no fuera con ellos, aunque en otra época sí lo fue. Y aun así, no deja de encajar con la idea inicial: crecer menos, pero hacerlo a tu ritmo.
La tasa de apertura se ha mantenido en torno al 45%. Está en la media. Hablándolo con otros que también escriben newsletters, casi todos se mueven entre el 35% y el 45%. Empecé con cifras del 60%–70%, pero eso siempre es engañoso. Mantenerse en la media, sin trucos ni artificios, tampoco está mal.
¿Y ahora qué? 📚
Bullpen seguirá saliendo, pero irá cambiando.
Lo siguiente que viene sí lo tengo claro. Lo he mencionado muchas veces: llevaba tiempo escribiendo un relato. Y he decidido editarlo aquí. Sin grandes planes ni formatos raros. Como si fuera el debut de Spider-Man en Amazing Fantasy.
No me apetece hacerlo de otra manera. Lo iré publicando por partes, en capítulos muy cortos, para que quepan y para que respiren. Me gustaría que alguno lo lea, diga qué le parece, señale errores, proponga cambios o simplemente diga que algo no le funciona. Y cuando terminemos… quién sabe. Lo mismo acaba en Amazon.
Paciencia. Y ojalá dentro de un año esté completo y, entre todos, lo tengamos corregido y cerrado.
Mientras tanto, intentaré no ponerme demasiados retos para no despistarme… o quizá sí. Al fin y al cabo, Leonardo tampoco se caracterizaba por centrarse en una sola cosa así que tan malo no puede ser. 🤔
Nos vemos pronto con Bullpen #66: La gran biblioteca de la verdad, parte 1.
Mientras pondré alguna noticia curiosa en Instagram, y si quieres convencerme de algo te espero en el canal de Telegram.
Gracias a todos los que los que habéis recomendado y compartido Bullpen. Me habéis ayudado mucho. Más de lo que podéis imaginar.
Os quiero.




