Me resultó increíble, porque soy psicóloga y la empatía para mí es un concepto más bien psicólogo y como inherente a los seres humanos (cuando hay ausencia de esta se concibe como un transtorno), pero este punto de vista tuyo realmente me atrapa ya que no visualizas la empatía como una cualidad humana sino como un constructo que se ha popularizado y va mutando hasta casi perder su significado
Pero entonces en tu opinión todos deberíamos tener empatía y creo que queda demostrado que no todos los seres humanos lo tienen (o quieren tenerla).
Gracias por tu opinión me hace planteármelo de otra manera.
Quiero pensar que mi reflexión, va por otro camino: me interesa pensar la empatía no solo como una cualidad psicológica, sino también como un concepto cultural que se ha ido popularizando y transformando hasta, en ocasiones, vaciarse de su sentido original. Quizás ambas miradas se complementan: una nos recuerda su importancia como base de la relación humana, y la otra nos invita a cuestionar cómo usamos y entendemos el término en el presente.
Me resulta complejo el concepto moderno de empatía en oposición a la simpatía. Entiendo su semántica "en apariencia" opuesta y la conexión con los rasgos arquetípicos de la personalidad; sin embargo, en analogía con los rasgos de la personalidad (neurticismo, flemático, colérico o sanguíneo, extravertido o intravertido, etc) nunca se dan de forma aislada. Las personas solemos elegir qué "momentos" prefiero manifestar simpatía o empatía, muchas veces en relación a los otros rasgos de nuestra personalidad. El caso concreto, Charlie Kirk, es un ejemplo gráfico. No lo imagino siempre "simpático" y nada "empático" (hay ejemplos de su show en que empátiza con personas Trans, gente que le insulta o trata de ridiculizarlo. Sin entrar a si su discurso es o no cierto, que pienso que en todos los discursos hay alguna forma de verdad (el ser se dice de muchas maneras, y el no solo), se puede afirmar que es humano ser empático y es poco humano ser solamente simpático. La simpatía parece ética deontologíca y la simpatía es vida plena.
Me parece muy buena tu reflexión. Yo lo veo así: la simpatía tiene que ver con cómo acompañamos al otro desde lo que sentimos nosotros, mientras que la empatía tiene que ver con cómo reconocemos lo que siente el otro aunque no lo compartamos. Intentar ponernos en sus zapatos.Por eso no son categorías cerradas ni opuestas: las usamos en distintos momentos, como pasa con cualquier rasgo de la personalidad. Creo que lo más humano es poder alternar entre ambas, porque la simpatía suaviza la convivencia y la empatía nos hace realmente comprender al otro.
Escuchando a su viuda veo que habla de Jesus pero tambien veo odio en sus palabras (lo cual hoy puedo entender perfectamente) pero hacia donde lleva eso?
El odio al mal es legítimo, odiar a las personas es lo que no es legítimo. Si lo piensas odiamos aquello que consideramos malo y amamos aquello que consideramos bueno. Querer a una persona es decir "es bueno que existas" (cfr Ricoeur, creo)
Me resultó increíble, porque soy psicóloga y la empatía para mí es un concepto más bien psicólogo y como inherente a los seres humanos (cuando hay ausencia de esta se concibe como un transtorno), pero este punto de vista tuyo realmente me atrapa ya que no visualizas la empatía como una cualidad humana sino como un constructo que se ha popularizado y va mutando hasta casi perder su significado
Pero entonces en tu opinión todos deberíamos tener empatía y creo que queda demostrado que no todos los seres humanos lo tienen (o quieren tenerla).
Gracias por tu opinión me hace planteármelo de otra manera.
Quiero pensar que mi reflexión, va por otro camino: me interesa pensar la empatía no solo como una cualidad psicológica, sino también como un concepto cultural que se ha ido popularizando y transformando hasta, en ocasiones, vaciarse de su sentido original. Quizás ambas miradas se complementan: una nos recuerda su importancia como base de la relación humana, y la otra nos invita a cuestionar cómo usamos y entendemos el término en el presente.
Me resulta complejo el concepto moderno de empatía en oposición a la simpatía. Entiendo su semántica "en apariencia" opuesta y la conexión con los rasgos arquetípicos de la personalidad; sin embargo, en analogía con los rasgos de la personalidad (neurticismo, flemático, colérico o sanguíneo, extravertido o intravertido, etc) nunca se dan de forma aislada. Las personas solemos elegir qué "momentos" prefiero manifestar simpatía o empatía, muchas veces en relación a los otros rasgos de nuestra personalidad. El caso concreto, Charlie Kirk, es un ejemplo gráfico. No lo imagino siempre "simpático" y nada "empático" (hay ejemplos de su show en que empátiza con personas Trans, gente que le insulta o trata de ridiculizarlo. Sin entrar a si su discurso es o no cierto, que pienso que en todos los discursos hay alguna forma de verdad (el ser se dice de muchas maneras, y el no solo), se puede afirmar que es humano ser empático y es poco humano ser solamente simpático. La simpatía parece ética deontologíca y la simpatía es vida plena.
Me parece muy buena tu reflexión. Yo lo veo así: la simpatía tiene que ver con cómo acompañamos al otro desde lo que sentimos nosotros, mientras que la empatía tiene que ver con cómo reconocemos lo que siente el otro aunque no lo compartamos. Intentar ponernos en sus zapatos.Por eso no son categorías cerradas ni opuestas: las usamos en distintos momentos, como pasa con cualquier rasgo de la personalidad. Creo que lo más humano es poder alternar entre ambas, porque la simpatía suaviza la convivencia y la empatía nos hace realmente comprender al otro.
Escuchando a su viuda veo que habla de Jesus pero tambien veo odio en sus palabras (lo cual hoy puedo entender perfectamente) pero hacia donde lleva eso?
El odio al mal es legítimo, odiar a las personas es lo que no es legítimo. Si lo piensas odiamos aquello que consideramos malo y amamos aquello que consideramos bueno. Querer a una persona es decir "es bueno que existas" (cfr Ricoeur, creo)